En la parte Norte de República Dominicana, entre Nagua, Río San Juan, Cabrera y la comunidad de Boba, se encuentra una cuna de tesoros naturales.
En la Ruta Ecoturística María Trinidad Sánchez, del Ministerio de Medio Ambiente, se puede apreciar paisajes realmente hermosos como La Gran Laguna, Lago Dudú, Cabo Francés, Playa Bretón y el monumento natural Laguna Gri Grí.
La laguna El Dudú cuenta con dos balnearios: el principal llamado Dudú Blue Lagoon, y otro, que es un poco más pequeño, conocido como el Lago Azul.
Cabo Francés Viejo
Un accidente geográfico conspicuo, original y único. Es lo que causa Cabo Francés Viejo, que por mucho tiempo ha sido la admiración de todo el que se acerque por allí.
La Gran Laguna
Ubicada en la comunidad de Boba, en la referida provincia, con unos siete kilómetros cuadrados, cuenta con 52 especies de aves, 16 clases de peces, siete clases de crustáceos, siete tipos de cangrejos y cuatro especies de de mangles.
Laguna Gri Grí
El visitante puede sumergirse en las aguas cristalinas de un enorme río que aflora bajo las raíces de un ejemplar de grigrí, del cual heredó su nombre.
Las personas usan botes para pasear por el área de la Piscina Natural y el Lago de las Golondrinas.
Ecoturismo en María Trinidad Sánchez
Pasear a su alrededor, descender por sus laterales y bañarse, o bucear, son algunos de los principales atractivos que ofrece la laguna Dudú.
El buceo desde un lago natural a otro es algo muy practicado por personas a quienes les gusta este deporte, y que llegan de todas partes del mundo a sumergirse en sus aguas color turquesa.
La laguna está conectada de manera subterránea con el mar y se cuenta que su nombre surge porque en esas cuevas vivió un cacique llamado Dudú.
Durante un recorrido por la provincia María Trinidad Sánchez, con miembros del Ministerio de Medio Ambiente, el técnico Fabio Benítez señaló que aquí viven diferentes especies de aves como golondrinas y murciélagos, entre otros.
Como está bajo administración privada, el costo de entrada es de 50 pesos por persona.
Cabo Francés Viejo
Un accidente geográfico conspicuo, original y único. Es lo que causa Cabo Francés Viejo, que por mucho tiempo ha sido la admiración de todo el que se acerque por allí.
Su nombre le fue dado en memoria de un francés que se instaló en la zona después de la batalla de Las Limonadas, en el 1621, entre franceses e ingleses, para el dominio de este territorio estratégico. El Viejo Francés murió junto a la tripulación de un barco llamado Bretón, que encalló a unos 500 metros mar adentro. De ahí se deriva el nombre de Playa Bretón, que con un azul inmenso que alcanza el horizonte y se pierde en el océano, sumada al tapiz verde de una floresta intacta, captan toda la atención e invitan a la contemplación de vivir una experiencia inolvidable.
Benítez explica que el dos de mayo de 1974, este lugar fue declarado como parque nacional y luego pasó a la categoría de monumentos naturales.
La Gran Laguna
Ubicada en la comunidad de Boba, en la provincia María Trinidad Sánchez, con unos siete kilómetros cuadrados, La Gran Laguna es un inmenso cuerpo de agua rodeado por una alfombra de manglares. Las especies de mangle rojo, blanco y prieto se asocian a las de drago, hicaco, mara, coco, enea, ciperaceas y uvas de playa, para construir este paraíso de aves acuáticas, donde se refugian diferentes especies de reicongos, patos, gallaretas, yaguazas, playeritos, paloma coronita, garza real, garza gris y la garza de rizos.
La técnico de medio ambiente, Cecilia García, explica que es un área de manglares completamente, con la desembocadura de los ríos Boba y Baquí y con una gran diversidad de especies de peces y cangrejos.
Los que visiten el lugar pueden navegar en remos en los caños y lagunas menores.
También pueden hacer caminatas a lo largo de la extensa duna que separa las desembocaduras de los ríos, en medio de paisajes encantados que reúnen todos los atributos del Océano Atlántico.
GRI GRÍ: UN PAISAJE DE INIGUALABLE BELLEZA
En la laguna Gri Grí, se satisfacen todas las expectativas y anhelos de contemplar paisajes de inigualable belleza. Las personas pueden sumergirse en las aguas cristalinas de un enorme río subterráneo que aflora bajo las raíces de un ejemplar de grigrí, del cual heredó su nombre.
En tiempos de carnaval, alrededor de esta laguna los moradores de Río San Juan instalan una tarima, donde se presentan orquestas y se realizan diferentes actividades culturales.
Diariamente la gente usa botes para pasear por el área de la Piscina Natural, el Lago de las Golondrinas y la Playa de los Guardias, que lleva este nombre porque frente a ella fue construido un pequeño cuartel que aún está en funcionamiento.
Sus aguas se escurren tranquilamente por manglares gigantescos que entrecruzan ramas y raíces de zancos, para formar un enorme túnel que luego se disuelve en el mar.
La vivencia que se experimenta al navegar en botes o remos, es algo tan gratificante y envolvente, que el visitante no podrá olvidar.