Domingo, 5 de junio de 2011
Se llama el "candwich" -una contracción de las palabras inglesascan (lata) y sandwich (emparedado)- que describe exactamente lo que es: un sándwich enlatado.
Su creador, Mark Kirkland, está convencido de que tendrá éxito como comida rápida, práctica y que se conserva en su empaque hasta un año.
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Pero en una época en la que hay una tendencia hacia los alimentos orgánicos, frescos y naturales, no suena como una idea muy atinada.
Además, la idea aterra a quienes consideran la comida como mucho más que simple combustible.
No obstante, ese no parece ser el mercado al que le apunta Kirkland, presidente de la empresa Mark One Foods, que hace el producto.
"Imagínese una madre muy ocupada que tiene que llevar a sus hijos de la escuela al juego de fútbol y luego a la clase de música y en el medio tiene que alimentarlos. ¿Qué más conveniente que llevar las latas en su bolso y repartírselas a los niños?", le dijo Kirkland a BBC Mundo.
"Pueden distribuirse de la misma manera que los refrescos en las mismas máquinas expendedoras de bebidas enlatadas"
Mark Kirkland
La idea le llegó cuando estaba comiendo unas galletas y tomando un refresco enlatado. Pensó en lo práctico que sería poner las galletas u otros alimentos en latas.
El empresario compara la idea con el concepto del agua embotellada. "Hace unas décadas todos tomábamos agua del grifo. Hoy en día yo mismo siempre tengo una botella de agua a la mano", señaló.
"Pueden distribuirse de la misma manera que los refrescos y ponerse a la venta en tiendas o en las mismas máquinas expendedoras de bebidas enlatadas", explicó.
Larga vida
"También pueden conservar su frescura hasta un año, así que pueden servir como comida de emergencia en caso de algún desastre natural".
El primer producto en salir al mercado es el sándwich de mantequilla de maní y mermelada -un alimento muy popular entre la niñez estadounidense.
Pero la interrogante es cómo se vería y a qué sabría un pan untado con mantequilla de maní y mermelada después de un año en la lata.
"Están en empaques separados", le explicó a la BBC. "La mantequilla de maní y la mermelada vienen en sobres que permiten exprimir el producto sobre el pan molde".
Sin embargo, Mark One Foods, se alista para lanzar un candwich de pollo en salsa a la barbacoa y pizza enlatada. En estos casos todos los ingredientes vienen juntos y listos para consumir tal como salen de la lata.
"La salsa de barcacoa tiene una viscosidad específica que no permite que penetre la masa del pan. Lo mismo sucede con la pizza", sostuvo.
Para los que no les gusta la pizza fría, Kirkland ofrece la solución: "Algunos amigos míos han puesto la lata sobre el tablero del automóvil para que el sol la caliente y, listo, pizza caliente".
Comidas rápidas vs lentas
El potencial de un producto como este está en su fácil disponibilidad y transporte de un lado a otro sin que el contenido se dañe. También está el aspecto novedoso del contenedor de lata.
Sobre el valor nutritivo, Kirkland se limitó a mencionar que la mantequilla de maní tiene proteínas esenciales para una buena salud y que ésta, sobre un pan molde blanco, es parte de una dieta tradicional entre los niños de Estados Unidos.
"Nutricionalmente no es lo más adecuado tener un alimento alto en grasas como el maní y sobre pan que no sea integral"
Marcela Leal, nutricionista, Universidad Maimónides
La profesora Marcela Leal, directora de la carrera de licenciatura en Nutrición de la Universidad Maimónides, en Buenos Aires, le dijo a BBC Mundo que más allá de las dudas sobre el contenido nutritivo del candwich la tendencia a fomentar las comidas rápidas es preocupante.
"Desde el punto de vista de practicidad reúne todas las condiciones pero nutricionalmente no es lo más adecuado tener un alimento alto en grasas como el maní y sobre pan que no sea integral", expresó la licenciada.
La nutricionista subraya que no se puede caer en el hábito de aceptar lo que imponen las tendencias.
Parte de su disciplina incluye la antropología nutricional donde se fomenta lo que llama la "comenzalidad", que es la práctica de preparar comidas lentas que se puedan llevar a la mesa y compartir entre todos.
"Tenemos el programa cuchillo-tenedor que implica que los alimentos se tengan que cortar y recoger para poder consumirlos", añadió.
Con el candwich sólo se necesita un dedo y suficiente fuerza para levantar la argolla que destapa la lata... eso, si la tiene sin haberse comido sus espinacas frescas.