El español estrena su primera ortografía desde 1999 y lo hace con novedades importantes. El alfabeto despide a las letras "Ch" y "Ll" y desaparecen tildes de palabras como "guión". La 22 academias de la lengua de España y América Latina presentaron el jueves en Madrid la "Ortografía de la lengua española" (Espasa), un voluminoso trabajo que trata de unificar las normas que regulan la escritura de un idioma que comparten 400 millones de personas en todo el mundo. "No se trata de ninguna manera de una reforma de la ortografía, sino de hacer más explícita y más precisa la misma ortografía que ha tenido nuestra lengua", dijo José Moreno de Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua en una rueda de prensa junto a otros académicos. Este trabajo, que continúa la senda abierta hace un año con la Gramática del español, saldrá a la venta la próxima semana en las librerías de todo el mundo hispanoparlante. La tirada inicial es de 85.000 ejemplares y el precio universal será de 52,80 dólares (adaptado al cambio monetario de cada país). ¿Qué hay de nuevo en esta ortografíaé En primer lugar, se trata del primer intento de unificar la ortografía que estudian los hispanohablantes de España y América. En segundo, recoge nuevas y viejas normas, recomendaciones y muchos razonamientos. El abecedario español pasa oficialmente de 29 a 27 letras. La "Ch" y la "Ll" dejan de existir. "Eso no significa que dejen de existir palabras como 'Chile' o 'Chávez'", aclaró el español Salvador Gutiérrez, coordinador de los trabajos de esta Ortografía. Y la razón es que no se les considera signos gráficos simples. Según las academias, si la doble "rr" o la "qu" — para representar el fonema "k" como en quilo o queso — no son letras por sí mismas, tampoco deben serlo ni la "ch" ni la "ll". Otro de los cambios significativos es la obligatoriedad de eliminar la tilde en "guión" y "truhán". A la secuencia de vocales de estas palabras se le considera diptongo o triptongo y, por lo tanto, monosílabos. Y en esta ortografía, al igual que las anteriores, los monosílabos siguen sin acentuarse. Además, se elimina la obligatoriedad de tildar el "sólo" cuando funciona como adverbio de modo. Por el contrario, sí aparece como regla la acentuación de las mayúsculas. "El tiempo va haciendo cambiar la lengua y la academia tiene que ir recogiendo esos cambios", explicó Víctor García de la Concha, director de la Academia española. La Ortografía recomienda sustituir la denominación "be alta o larga" para referirse a la "b" o "be baja o corta" para la "v" por la nomenclatura "be" para la "b" y "uve" para la "v", algo común en España, pero no en América Latina. Lo mismo con la "w", que se pronunciaría "uve doble". También se sugiere llamar "ye" a la "y", como en Latinoamérica", y no "i griega", como se hace en España. En este caso, se trata de recomendaciones y no normas, aunque los académicos esperan que poco a poco estas nomenclaturas sean comunes en las aulas de español a uno y otro lado del Atlántico. "Si en algo se manifiesta la unidad de nuestro idioma es en la ortografía", añadió García de la Concha. "En la gramática hay más variedades, pero la ortografía es igual en todos los lugares". Todas estas son sólo algunas de las referencias que figuran en este libro de 730 páginas. La Ortografía bucea en el uso de prefijos, sufijos, extranjerismos, acrónimos, nombres propios, signos de puntuación, etc. "Se trata de intentar establecer una coherencia", consideró Gutiérrez. "Las normas generales dejaban muchas dudas. Ahora hemos sido muchos exhaustivos en las explicaciones, pero a la vez aportando simplicidad y coherencia". Representantes de las 22 academias participarán el viernes en Madrid en un acto solemne para presentar esta Ortografía, que estará presidido por los Príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, herederos de la corona española. |
Adiós "Ch" y "Ll"
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