La rumorología (la mejor de las armas de Apple) está en marcha desde hace ya un par de años. Pero el regreso de Steve Jobs al trabajo en junio, tras sufrir un trasplante de hígado, ha precipitado la situación. Y es que el CEO de la compañía de la manzana ha tomado personalmente las riendas del proyecto. Si todo va como parece, tendremos un tablet de Apple a finales de este mismo año o, como mucho, durante el primer trimestre del que viene.
Como suele ser habitual en él, desde que se reincorporó al trabajo Jobs se ha vuelto a convertir en todo un fastidio para sus ejecutivos y empleados. De hecho, fuentes internas de la compañía han asegurado a Wall Street Journal que se está ocupando hasta de los detalles más nimios del nuevo lanzamiento. Y eso a pesar que que aún va a la oficina no más de dos o tres veces por semana.
Su regreso ha significado para su equipo la pérdida de la libertad de decisión a la que se había acostumbrado durante la ausencia de Jobs. Ahora, como siempre, será de nuevo él quien marque la estrategia y todos y cada uno de los pasos a seguir. "La gente tendrá que ajcostumbrarse al regreso de Jobs", asegura un ejecutivo de la compañía al periódico norteamericano.
El propio Jobs, en un telegrma enviado a Wall Street Journal tras la publicación del artículo, afirma que "mucha de su información es incorrecta", aunque no ofrece más detalles. Ni tampoco desmiente lo que ya está en boca de todos. Más bien confirma su implicación personal en el proyecto, lo que revela la importancia estratégica que el nuevo producto tendrá para la compañía.
La idea de un tablet no es nueva en Apple. Y se viene manejando por lo menos desde el año 2000, cuando se presentó la patente para un dispositivo de esas características. Pero el desarrollo no ha sido fácil, y el propio Jobs ha suspendido en dos ocasiones el proyecto durante los últimos años. La primera vez porque la duración de la batería era demasiado corta. La segunda, porque el dispositivo no tenía la suficiente capacidad de almacenamiento. Lo inminente de su lanzamiento permite suponer que ambos problemas están solucionados.
Aunque no existe confirmación oficial alguna, se espera que el nuevo dispositivo sea un completo reproductor multimedia con pantalla de diez pulgadas, capaz de visualizar películas y programas de Tv. Por supuesto, será también un potente navegador de internet, servirá para jugar y (esto sí que es bueno) para leer libros electrónicos y periódicos, lo que asestaría un duro golpe a las empresas que actualmente se disputan el incipiente mercado de los "e-reader", entre ellos el Kindle de Amazon o el recién presentado por Sony.
Tampoco está claro si el nuevo tablet funcionará bajo Mac OS, como los ordenadores de Apple, o con la versión de ese sistema operativo para iPhone. Aunque sobre esto hay artículos en internet para todos los gustos.
Algunos se han atrevido incluso a aventurar cuál será el aspecto del nuevo tablet, como muestran las imágenes (de Appleinsider y Gizmodo).
Sobre el precio, silencio absoluto, aunque los analistas más importantes opinan que deberá estar entre el más caro de los iPod Touch (369 euros) y el más barato de los MacBook (899 euros). En todo caso, mucho menos que los actuales tablet PC que comercializan otras marcas y que, a pesar de todos los esfuerzos, no han logrado imponerse en el mercado.
Vamos, que todo recuerda a lo que sucedió hace unos años durante los meses previos a la llegada del primer iPhone. El mercado está caliente, el público empieza a estarlo también... Sólo falta que Apple, que Jobs, se decida a poner el huevo...
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