American Airlines ahorrando
Los años recientes no han sido los más alentadores para la economía global. Además de la crisis hipotecaria en Estados Unidos, los problemas alimentarios en el mundo y la incapacidad de algunos países europeos de sostener sus deudas, se añaden las fluctuaciones extremas de los precios del petróleo, que han mantenido en vilo a economías con gran dependencia del oro negro.
A estas condiciones adversas no escapan las empresas, cuyas expectativas de estabilidad y supervivencia se sostienen cada vez más sobre su manejo energético. Esto lo entendió la multinacional American Airlines, una de las líneas aéreas más grandes del mundo.
Los ejecutivos de esta línea de transporte de pasajeros diseñaron una estrategia en 2005 que les ha permitido ahorrar hasta 500 millones de galones de combustible, y evitar la liberación de 2,600 millones de libras de dióxido de carbono hacia la atmósfera, según estimaciones de la organización.
El primer paso que la empresa dio para reducir sus costes consistió en la reducción del uso de su central de energía auxiliar, reservándose su utilización para ocasiones estrictamente necesarias. Aunque cerca del 95% del combustible que la aerolínea consume se utiliza durante los vuelos, en 2009 se necesitó 42 millones de galones adicionales para operaciones terrestres.
La central de energía auxiliar provee la energía necesaria para regular la temperatura de los aviones cuando están en tierra. Con esta política, la empresa se ahorra 2.4 millones de galones de combustible y reduce las emisiones de dióxido de carbono en cerca de 50 millones de libras anuales.
Por otro lado, la empresa se ha dispuesto a utilizar un solo motor para transitar sobre la pista cada vez que le sea posible. Esta decisión le permite ahorrar aproximadamente 2.8 millones de galones de combustibles y reducir las emisiones de dióxido de carbono en casi 60 millones de libras por año.
American Airlines se dio cuenta de que si eliminaba contaminantes alojados en los compresores de los motores de sus aviones, éstos respondían con un mayor rendimiento, lo que a su vez se traducía en la reducción de costos por concepto de compra de combustibles. Iniciaron un programa de lavado de los motores con agua caliente, lo cual les reportó un ahorro de 7.2 millones de combustible.
La empresa de transporte aéreo continuó su búsqueda de alternativas para abaratar sus costes operacionales. En 2010 American cambió su manera de trasladar los aviones desde las terminales aéreas hacia los hangares de mantenimiento. En ese año se remolcaron cerca de 27,000 aeronaves a través de grúas de alta velocidad, con un ahorro de 3.6 millones de galones de combustible.
Otras de las medidas implementadas por la compañía fue la eliminación de la mayor cantidad de peso de los aviones. Descubrieron que por cada libra de peso que se elimina de los aviones ahorran 11,000 galones de combustibles anuales. American ha desarrollado diversos métodos que le ha permitido reducir peso.
LA ELIMINACIÓN DE PESO DE LOS AVIONES
La eliminación de artículos innecesarios en la cabinas, como equipos telefónicos obsoletos, luces para iluminar los logos, mesas para las galeras, estantes de revistas, entre otros, con el fin de economizar más de 1.1 millones de galones de combustible anualmente.
La sustitución de las unidades de carga de los aviones Boeing 757 y MD 80 por materiales más ligeros ahorra cerca de 1.4 millones de galones de combustible.
19,000 carritos para el servicio de comidas a bordo de American fueron sustituidos por otros más modernos y livianos que ahorran anualmente unos 1.9 millones de galones.
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