El follón de la cancha












El follón de la cancha

Siento mucho relatar
lo que al fin relato hoy,
porque ya dirán que soy
amigo de exagerar;
Y el que me ha de murmurar
desde ahora ya sabrá,
que tres pitos se me da
que figuren que es un cuento
lo que pasó en el concreto
en la cancha de Rio San Juan.

Pues un día de sudoración
estando yo en la cancha,
vino Tita a entrená
a comenzar la ejercitación.
A mediado del sermón
hubo allí un reperpero
que hasta vino un tal Peguero
que es policia del lugar,
queriendo allí disparar
un trabuco naranjero.

Una Doña que por cierto
fue a hacer ejercitación
se largó allí un follón
que hedía a perro muerto;
yo no diré que es incierto
que estuve al perder el tino,
pues el follón tan dañino
de aquel ahíto infeliz
me picó en la nariz
como un ají montesino.


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